Desde luego, espero no tener que ponerme a dieta nunca, pues de ser así me vería obligado a dejar de hacer el menú semanal, porque no podría aguantar ver tanta delicia sin ir directo a asaltar la nevera del hambre que me entraría. Así que si alguno de vosotros está a régimen, mejor que no siga leyendo si no quiere saltarse la dieta de forma inevitable.
Para empezar picando algo, nada como estos Briouattes de carne picada, aunque si no nos apetece carne, podemos optar por unos mejillones en papillote. Y si queremos algo en el centro, una ensalada césar de pollo panko.
Como plato principal, tenemos un poco de todo. Un plato de pasta sugerente como los penne rigate al horno con champiñones y jamón y una no menos atractiva pizza de gambas al ajillo.