El otro día, leyendo el periódico, me encontré con una noticia de esas que te confirman una sospecha que ya tenías. El caso es que la Junta de Andalucía ha encontrado fraude en el etiquetado en Aceite de Oliva Virgen Extra, en concreto 14 muestras de las 25 analizadas, contienen en su interior aceite que, en el mejor de los casos, podría considerarse de Oliva Virgen.
Como decía, es una noticia que me veía venir, pues no era posible que se vendiera a ese precio y en tanta cantidad un aceite tan exquisito como es el virgen extra, que recordemos es aquel que se obtiene de la primera prensada en frío, con una acidez inferior al 1%. Si supera esa cantidad y hasta el 2% se considera "virgen" simplemente y si se mezcla con aceites de oliva refinados, se trata de aceite de oliva a secas.
Lo más curioso es que, a pesar de que más del cincuenta por ciento de las muestras están adulteradas, la Junta niega que se trate de un fraude generalizado y encima las multas que impone rozan el rídiculo (apenas superan los 20.000 euros). Con "reprimendas" de ese calibre, el único mensaje que les llega a los productores y distribuidores es que les sale a cuenta ser competitivos en el mercado vendiendo barato Aceite de Oliva Virgen Extra que no lo es, a pesar de ser un caso claro de fraude en el etiquetado.
Vía | El País
En Directo al Paladar | Sobre el aceite de oliva
Fuente: http://www.directoalpaladars.com/