Hoy en tu Blog de Recetas de Cocina vamos a preparar unos calabacines rellenos vegetarianos.
Ingredientes:
Para el relleno
- Dos calabacines grandes
- Seis champiñones
- Un pimiento
- Una cebolla
- Un diente de ajo
- perejil
- Aceite
- sal
Para la bechamel
- Dos cucharadas de harina
- Una cucharada de mantequilla
- Tres vasos de leche
- Una piza de nuez moscada
Preparación:
(1) Lo mejor que podemos hacer para cocinar sin estrés es tener preparados todos los ingredientes que necesitamos, para ello lo ideal es trocear los ingredientes y tenerlos a mano.
Si los calabacines son lo suficientemente grandes lo partiremos a la mitad a lo ancho y a lo largo, de esta manera tendremos cuatro partes, aproximadamente iguales. Hacemos una cruz en cada uno de los calabacines pero sin que traspase la corteza y a su vez, bordeamos con un cuchillo afilado la corteza.
La carne del calabacín la usaremos para el relleno, la podemos cortar en cuadraditos; sin embargo, la corteza o caparazón, la utilizaremos simplemente como envase para el relleno.
Una vez hecho esto, procederemos a trocear el resto de ingredientes: el pimiento en trozos pequeños, los champiñones laminados y el ajo en trozos muy muy pequeños, para que los comensales no se lo encuentren tal cual en la comida pero puedan disfrutar de su sabor.
(2) Calentamos el aceite en una sartén, que cubra el fondo, y una vez caliente añadiremos la cebolla y le echaremos sal por encima a fuego medio y atentos a que no se queme.
Cuando la cebolla esté lista, añadimos el pimiento, y cinco minutos más tarde, la carne del calabacín con el champiñón: salpimentamos todo.
Cuando esté todo bien pochadito le añadiremos el ajo, en último lugar, para que no se queme y estropee el plato.
(3) Para hacer la bechamel, es una sartén o cacerola, donde os sea más cómodo prepararlo, añadiremos la mantequilla y cuando esté caliente la harina.
Que no se queme la harina es algo fundamental, por lo que es fundamental que estemos removiéndolo y a la vez dejemos que se tueste, lo notaremos cuando cambie de color blanco a beige.
Añadimos la leche poco a poco, según vaya consumiéndola la harina.
Comenzaremos a añadirle sal, poco a poco sin dejar de probarlo. Un truco, cuando te ha quedado salado el relleno, podemos contrarrestarlo usando menos sal en la bechamel, y al revés.
Cuando veas que te queda poco, precalienta el horno a 180º.
Una buena bechamel es aquella que se ha trabajado a conciencia, pero dado que muchas veces no tenemos todo el tiempo que nos gustaría para dedicarlo a la cocina, nos podemos ayudar de una batidora para deshacer los posibles grumos.
Prueba de vez en cuando la bechamel, sabrás cuándo está hecha un vez que no sepa a harina.
(4) Cuando ya tienes hecha la bechamel, tenemos dos opciones.
La primera es que podemos volcar el relleno directamente en la bechamel para que se mezclen todos los sabores y luego, con una cuchara ir introduciéndolo en el interior de los calabacines.
La segunda opción, es que coloquemos previamente con una cuchara el relleno dentro de los calabacines. Una vez realizado, vertimos bechamel por encima
(5) Sea cual sea la opción elegida, una vez que hayas rellenado los calabacines, dale un golpe de calor a los calabacines. Pasados unos minutos, sácalos y esparce un poco de queso parmesano por encima y gratina.
En cuanto veas que comienza a adquirir un tono tostado el queso, es el momento de sacarlo y disfrutar de la comida.